Un cacelorazo festoso nella piazza centrale di Malmo (Svezia)per ricordare le lotte popolari e la memoria di chi è morto durante gli scontri contro il regime avvenuti un anno fa in Argentina

Se desarrolló con éxito el cacerolazo en Malmö, Suecia.
por Ana Maria Sabio • Friday December 20, 2002 at 03:00 PM
amasu@bolina.hsb.se +46 40 192934 Malmö, SueciaSe desarrolló con éxito el cacerolazo en Malmö, Suecia.
por Ana Maria Sabio • Friday

December 20, 2002 at 03:00 PM
Malmö, Suecia

Unas 170 personas se reunieron en la plaza Möllevången de la ciudad de Malmö, en el sur de Suecia, convocadas a un cacerolazo

Se desarrollo con éxito el cacerolazo en Malmö

Unas 170 personas se reunieron en la plaza Möllevången de la ciudad de Malmö, en el sur de Suecia, convocadas a un cacerolazo, las consignas fueron:

Que se vayan todos!
No al pago de la Deuda externa!

El acto se inició a las 18.30hs. con una cacerolada espontánea acompañada de ingeniosos cánticos que pusieron calor y alegría en la fría noche escandinava.

Rubén Marín, del recientemente formado Comité en Solidaridad con el Pueblo Argentino, abrió el acto haciendo un claro relato de la crítica situación del pueblo argentino y de los hechos políticos y sociales que derivaron en las jornadas del 19/20 de diciembre del 2001.

Ana María Sabio, integrante del mismo Comité y de AMASU-Apoyo a Madres de Plaza de Mayo en Suecia, habló sobre el tema: "No al pago de la deuda externa!"

A continuación se realizó un profundo homenaje en el que se levantó la memoria y el compromiso para con los compañeros asesinados por las fuerzas represoras durante las jornadas de diciembre del 2001 y el presente año.
Reinvindicándolos vivos en las luchas populares y en cada uno de los que levantan sus banderas se coronó el simbólico minuto de silencio con una nueva y aún mas intensiva cacerolada que logró su punto cumbre cuando los parches candomberos y las jóvenes artistas del fuego hicieron entrada frente al monumento a los trabajadores.

Fue esta una intervención colorida, mágica, llena del encanto que sólo la cultura milenaria y popular puede transmitir. Hubo quienes quedaron como encantados, observando; mientras otros salían a bailar, al impulso que recibían de los sones del Candombe.

Se culminó con una marcha por la periferia de la plaza, cantos a coro y cacerolas que no cesaban de sonar.

Ana Diessler
Malmö, 20 de diciembre del 2002


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