Oaxaca, Oax., 15 de junio. Después de siete horas de negociación, en la que intervino la Secretaría de Gobernación, y en un primer paso para resolver el conflicto magisterial, el gobernador Ulises Ruiz Ortiz aceptó interceder ante el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, para que el gobierno federal entregue recursos adicionales y los maestros oaxaqueños accedan a la zona económica 3, pero acotó que encontrar la fuente de recursos es exclusiva responsabilidad de la Federación.
En este "proceso de distensión", anoche la administración de Ruiz Ortiz liberó a diez profesores, instruyó a la Procuraduría General de Justicia del Estado a suspender, que no cancelar, las 25 órdenes de aprehensión contra los líderes, y pagar los daños causados por los policías durante el desalojo del miércoles, incluido el equipo de la estación Radio Plantón, que fue destrozado, al igual que el mobiliario del edificio seccional.
"Simpatizo con la posibilidad de que se rezonifique al magisterio oaxaqueño, pero cómo resolverlo es problema de la Secretaría de Hacienda, es responsabilidad del gobierno federal", acotó luego de la reunión que se realizó en un hotel de esta ciudad.
No obstante, los maestros mantendrán el paro y el plantón en el centro histórico, que habían desalojado en los últimos minutos del miércoles como señal de rechazo a la confrontación. Esta noche, la asamblea estatal comenzó una reunión para definir el rumbo del movimiento. Además, no se canceló la megamarcha prevista para mañana, en la que se insistirá en que Ruiz Ortiz deje la gubernatura.
Convenida desde el miércoles, luego de la intervención policiaca que dejó 92 heridos, la mesa de negociación se inició primero sólo entre el gobernador y el enviado de Gobernación, el subsecretario de Gobierno, Arturo Chávez Chávez, que la dirigencia buscó eludir.
Al mediodía, con dos horas de retraso debido a que los maestros retomaron el zócalo y las calles del centro histórico respaldados por universitarios y organizaciones sociales, arribó al sitio acordado el secretario general de la sección 22, Enrique Rueda Pacheco, quien llevaba casquillos de bala disparados por los policías el pasado miércoles.
Rueda preguntó por la reunión en la recepción del hotel, donde le expresaron que no estaba programado ningún evento, por lo que los maestros buscaron abandonar el inmueble, con el argumento de que habían sido objeto de "una burla".
En realidad estaban inconformes con la posibilidad de negociar con Ruiz Ortiz, al que han desconocido como interlocutor. Para evitar que el gobernador y los mentores se encontraran directamente, se dispusieron dos salones contiguos, para que cada parte ocupara su espacio, mientras los funcionarios federales llevaban y traían demandas y respuestas. El ejercicio se prolongó desde las doce hasta poco antes de las siete de la noche.
Al salir -cada quien por su lado-, Ruiz Ortiz expresó su satisfacción por los acuerdos, "que dejaron fuera la politización y recuperaron las demandas del magisterio", y llamó a los profesores a regresar a clases lo más pronto posible, o bien asumir el compromiso de reponer las clases perdidas por el paro iniciado el 22 de mayo pasado.
Mientras, Enrique Rueda aceptó que la responsabilidad de aportar recursos para la rezonificación no es exclusiva del gobierno del estado, sino también, "en parte, de la Federación".
Treinta minutos después, el propio Rueda presenció la liberación de los diez maestros detenidos en los separos de la procuraduría: Aselo Ruiz Villanueva, Robert Gasca Pérez, Martiniano Velasco, César Pérez Hernández, Willebaldo Sánchez Reyes, Eduardo Castellanos Morales, Hugo Raymundo Gross, Roger Navarro García, Wenceslao Nava y Marcelino Esteban Vázquez.
Somos maestros de sus hijos
Este hecho fue posible después de que, a la 1:30 horas de hoy, los maestros liberaron a seis policías y a dos supuestos agentes de inteligencia que habían capturado durante el enfrentamiento de las primeras horas del miércoles.
En el patio de la escuela secundaria número 1, situada en la avenida Vasconcelos, los mentores sentaron a los policías en sillas, para que paramédicos de la Cruz Roja verificaran su buen estado físico, salvo un aumento de presión "por los nervios".
Antes de que fueran trasladados en dos ambulancias a la sede de la institución, un maestro embozado les dijo: "La muerte de nuestros compañeros (hasta el momento no se ha confirmado ningún deceso) clama venganza, pero el magisterio no entiende la venganza como ustedes. La venganza más hermosa que este magisterio va a ejecutar será cuando, al regresar a clases, su esposa prepare la torta para sus hijos, que estudiarán con estos mismos maestros.
"Los educaremos de manera nueva, y lo peor será cuando, en la materia de historia, conozcan que su padre fue un represor del pueblo, y eso los llenará de vergüenza. Aprenderán civismo y conocerán las estupideces que hacen sus padres".
Minutos después, en la Cruz Roja, el subdirector operativo de la Policía Ministerial, Margarito López, fue recogido directamente por el director de la corporación, el teniente Manuel Moreno Rivas, quien fuera escolta del ex gobernador José Murat.
Además de López, fueron liberados los policías Justo Salinas, Gabino Carrasco Velásquez, Juan Manuel Mejía Pérez, Juan Gualberto Valencia Vázquez y Fidel Poblete, así como los supuestos agentes Gerardo Ballinas Mayez y Javier López López, que utilizaron la habitación 206 del hotel Marqués del Valle para lanzar desde ahí bombas de gas lacrimógeno hacia el campamento. Los maestros les pidieron a cada uno decir su nombre en voz alta y a coro les gritaban: "¡asesino!"
Por otra parte, la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México reprochó al presidente Vicente Fox que "las autoridades locales elijan el camino de la violencia para resolver los conflictos sociales".
Ante el desalojo del magisterio oaxaqueño ordenado por Ruiz Ortiz, en una carta enviada desde Munich por su coordinadora, Teresa Ávila, para expresar su "rechazo rotundo" a la represión, la alianza de organizaciones cuestionó a Fox que "lejos de asumir los conflictos planteados por el movimiento sindical, social e indígena, se incumplan sistemáticamente las obligaciones que su gobierno ha adquirido al firmar convenios internacionales".
Por otra parte, el Ejército Popular Revolucionario afirmó que la represión policiaca al movimiento magisterial origina que Oaxaca hoy se encuentre en una grave situación social y "que en nuestro estado la ingobernabilidad sea mayor y la crisis social toque fondo".
Subrayó que si el gobierno estatal ha optado por el autoritarismo, "pues entonces el pueblo y sus organizaciones tienen la responsabilidad de dar respuestas para detener al fascismo priísta".
A su vez, la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni) protestó en la ciudad de Matías Romero y bloqueó la carretera transístmica, en respaldo al magisterio democrático oaxaqueño y para reprobar la "represión orquestada" por Ruiz Ortiz.
En la manifestación participaron más de mil personas, entre miembros de la organización, así como de las secciones 35 del SNTSA y 25 del SNTISSSTE, padres de familia, pequeños comerciantes, ferrocarrileros y jubilados.
A su vez, durante la jornada de oración por la justicia y la paz, efectuada en la basílica menor de La Soledad, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, rechazó el uso de la violencia como vía para resolver los problemas sociales, porque engendra más violencia y deteriora profundamente el tejido social y humano.
http://www.jornada.unam.mx/2006/06/16/014n1pol.php
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